-“Espere, espere abuela que la dejo en la puerta”- le dijo a la señora con huesos chirriantes de vejez y estacionó el colectivo al lado del cordón de la puerta de entrada al hospital.
La señora se acomodó las caderas para que dar los pasos abajo del colectivo. Antes de irse, le dijo al chofer:
-“Gracias nene. Acordate que el 13 es mi cumpleaños”.
-“Cuidame a mi nieto” dijo el señor desde abajo, mientras el nene se acomoda al lado del chofer, para luego tener su charla habitual de fotolog, emoticones de menssager, entre otras cosas. En la parada en la que está el inspector y ambos montan un complot de chistes por el equipo de fútbol en desventaja del contrincante.
-Una señora lleva a su hija al colegio, se cuentan las novedades cotidianas de las familias, charlan sobre un cd de música que él le paso el otro día. No hay interés sexual. Se nota ese color de conversación de vecinos.
No es un cuento, ni una historia fantástica. Estas son algunas de las cosas que vi y oí hacer a un chofer de colectivos de la línea 44. Era un placer verlo como disfrutaba de su trabajo, lo cortés, educado y amable que era con la gente, cosa poca habitual en los tiempos que corren.
Debo confesar que a veces hasta celé no tener esa capacidad de gozar de lo de todos los días.
No lo volví a ver.
A veces me pregunto si hombre era real.
4 comentarios:
Una delicia de texto, con varias voces atrapadas al vuelo.
Saludos, Sil.
Es cierto, como lo expresas en tu cuento, a los choferes hoy en día les cuesta ser amables. Suerte de haber encontrado a este personaje. A mi me ha tocado pocas veces conversar con algún "colectivero amable"y eso que me muevo a diario en transporte público. Recuerdo a uno que antes de bajarme me dijo: -¡Qué pase un bello día! Eso en medio de tanta indiferencia, fué un balsamo para mis oidos.
Hermoso texto.
Sil, ese colectivito es una joya.
Tu calidad literaria sigue firme.
Besos.
Tiene ese toque de cortometraje, aunque te soy sincero, no distingo el narrador de las voces; me refiero: el guion asume una voz, un personaje, pero leyendo las oraciones se pone confuso y de repente ya uno ni sabe quien habla en ese preciso instante, quien dice quE, en quE linea. Uno? bueno, yo por lo menos.
Igual, esta chevere el texto, es verdad, queda muy poca gente asi en el mundo.
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